No estamos tan distantes.
Mi viento, es tu viento.
Mi oxígeno, es el tuyo.
El cielo que a mis ojos deleitan,
es el mismo que a los tuyos cautiva.
Y del agua que has de beber,
mi sed también ha de sacear.
No olvides las nubes con figuras que viste ésta tarde,
también tendrán forma para mí;
y que el sol a los dos nos despertó.
¿Ves? No estoy tan lejos.
Porque distancia no es aquella que debemos recorrer para vernos,
distancia es aquella en la que dos seres juntos se han de sentir solos,
y yo aquí me siento de lo mejor contigo.
Lejos, aquel que besa sin amar,
cerca, aquel que sin besar ama.
Yo no siento dolor por no tenerte aquí,
siento dolor porque no lo sabemos vivir,
siento dolor porque la noche por oscura es cruel,
y me hace necesitar, de tus manos, de tu piel.
Extraño e ilógico este razonamiento mío al amarte,
porque mientras más acepto que te amaré hasta el infinito,
más lloro al no tenerte cerca.
Sé, sé tan bien que el amor es abstracto,
pero...
Ay, tú haces todo tan concreto.
Te amo aunque no te haya tocado,
te amo y lo siento,
no necesito de tus besos, ni de tus abrazos,
te amo y si miras bien las estrellas,
yo estaré en todas ellas,
mirándote, amándote, a lo lejos,
tan cerca, corazón.
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